La importancia de distribuir los espacios educativos con aspectos lúdicos que permitan interacciones no verbales, favoreciendo el buen desarrollo libre y espontáneo entre los niños y las niñas. Permitiendo visualizar interacciones sociales específicas de: comunidad, familia y escuela; sin ninguna distinción. Con lo mencionado anteriormente, cuando se hace referencia a la distribución de espacio, nos referimos a la importancia de desarrollar habilidades en destrezas, que son las capacidades propias de cada individuo; todo esto desde una perspectiva integral del individuo.
Desde un enfoque educativo, distribuir espacios y ambientar aulas no radica solamente en saber organizarlos. Se busca, que dichos espacios proyecten ser lugares donde los niños puedan: reír, amarse, jugar, encontrarse, perderse, vivir. Nos referimos así a un lugar donde cada niño y niña encuentre un espacio de vida; muy similar al de su comunidad.
La necesidad de crear espacios educativos que respondan a currículos pedagógicos que busquen desarrollar habilidades y destrezas en los niños y niñas entre 3 y 5 años. Donde la inteligencia no solo radica en la cantidad de información que podemos almacenar, sino en la relación directa a la destreza que nos planteamos en los diferentes escenarios del aprendizaje. Articulada directamente a la propuesta ecológica con su mirada de ser, tener y pertenecer; siendo este último el postulado de integración de los aspectos más relevantes en el desarrollo integral del niño; a través espacios ampliados de aprendizaje.
La intención de una propuesta pedagógica diferencial para estas edades, se fundamenta en teorías pedagógicas Peaget, Gardner... un modelo que permita al niño un desarrollo integral basado en: educación, salud y derechos; además de un apoyo pedagógico al rol constructivo y reflexivo del maestro de la educación inicial, como parte de la innovación de la educación del infante, como un sujeto de derechos.
ambientes de aprendizaje, inteligencias, ecológico